Unos ojos profundos, tales como esos que lo contaban todo. verdes como los veía en las tardes y una melena larga y rojiza. Un espécimen totalmente proporcionado , delicado, delgado y lánguido. Pero sobre todo , era ese deslumbre de belleza que tenía en su rostro , sin olvidar la manera de de llevarse el mundo por delante , lo que lo hacía completamente exquisito.
Su adicción por él no tardo en aparecer. Pasaban los días y lo amaba cada vez más , lo sentía, y sabía que era con él que quería pasar el resto de sus días. Lo tenía todo, las combinaciones perfectas y nada podía ser mejor.
Su nombre , no lo recuerdo bien , pero dicen que aún sigue estado en sus mas profundos sueños y que en cada noche cuando se va a dormir , resurgen sus mayores regocijos y su máxima felicidad al volverlo a encontrar.
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