Después de un día largo , de haber rendido un final, que desafortunadamente lo desaprobé :C.Me subo al colectivo con ganas de llegar a mi casa, acompañada de la bronca y la congoja de que todo había salido mal , saco mi boleto, le digo al chofer -$1.50- este lo marca y continuo mi trayecto a buscar un asiento.
Sin muchas opciones encuentro un pequeño espacio en medio de dos sujetos, en el fondo del colectivo.¡No iba a desaprovechar esa oportunidad! era de milagro encontrar un asiento a esa hora .. pero aun así me tuve que atinar a las consecuencias.

¿A que me refiero con esto? a que en tooooodo el trayecto hasta mi casa me tuve que bancar, y encima que no estaba de humores, a un señor ( lo dicho a continuación no es apto para suceptibles:P) parecido a de la imagen , pero en este caso,COMIENDOSE UNA EMPANADA DE CARNE TODA CHORRIENTAAA! LLENA DE GRASA!!! y cada vez que mordía la empanada , de esta caía todo el aceite al piso, combinado con el movimiento del colectivo. Quedándome , finalmente, sentada casi a punto de caerme del asiento y rogando que el señor, muy cómodo y contento con su empanada, manchase mi uniforme que debería usar al otro día.Era lo único que me faltaba! pero me la banque, respire hondo, para no mandarlo a la miércoles , y en cuento pude librarme de esa situación parecida a una sardina en una lata. Pensé...
¿Por que me paso esto a mi? , ¿A alguien más le paso?,yo creo que no .. . ¿O sí?
bueno .. espero que no , va no se los recomiendo. Excepto que quieran terminar aplastados y con olor a empanada frita ¬¬.
esta es una anécdota vieja , pero quería compartirla con ustedes...